Lo primero que hice fue familiarizarme con los precios que tenían los campos de golf cercanos a mi hogar. El coste medio era de 45 a 55 € la clase particular. Pero me decidí por clases grupales en torno a 300 €, en este caso era coste trimestral. Con esta opción, además de ser la más económica, conseguía comparar mis progresos con el resto de compañeros.
Estaba claro el objetivo: federarse lo antes posible para salir a los ¡verdes campos!
Como todo buen deportista había que calentar los músculos. Primero una carrera (pausada) para despertar nuestro cuerpo. Ahora comenzamos con nuestra cabeza. La giraremos reposadamente a la derecha y a la izquierda, mirando en dirección a nuestro hombro izquierdo y a nuestro hombro derecho, respectivamente. El siguiente paso será estirar nuestra espalda. Para este ejercicio tomamos el palo de golf, (uf qué sensación) lo elevamos por encima de nuestra cabeza y con la espalda recta nos inclinaremos primero a la derecha y luego a la izquierda. Posteriormente hacemos lo mismo hacia adelante y hacia atrás. Ahora en la misma posición, con el palo en nuestra nuca, giramos nuestra cintura para ir acostumbrando a nuestra cadera al juego posterior. Continuamos estirando las piernas (en la foto que he incluido se describen estos estiramientos). Nuestras muñecas son muy importantes y para ello con el palo en la mano correspondiente giraremos a la derecha y luego a la izquierda (no olvidarse de hacer los ejercicios con las dos manos). Todos los movimientos convendría repetirlos de 10 a 15 veces para estar perfectamente preparados para comenzar a entrenar.
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